Tras hacer una escapadita juntas, dos primas alquilaron una habitación de hotel para pasar la noche. Las dos estaban en la cama y de repente, la dueña del sitio quiso ver que tal estaban y de paso ofrecerles un reto. A cambio de no cobrarles nada por la habitación, quería verlas besándose y haciendo guarradas, así que ambas jovencitas aceptaron y terminaron sin ropa gimiendo en la cama.