La verdad es que mi madrastra cuida de mi como nadie, de hecho el otro día hasta me preparó la ducha. Pero tanto enjabonarme hizo que mi rabo acabase dura y claro está, ella se dio cuenta. Al verlo más tieso que la rama de un árbol, la mujer acabó desnudándose y metiéndose conmigo en la bañera, terminando por follarme allí mismo y pasando una tarde de sexo juntos y mojaditos.