Fue muy tentador llevarse a la boca el coño de su abuelita

Como en su familia pocos suelen pasarse a ver a su abuelita, esta chica siempre acude a verla en cuanto tiene algo de tiempo. Le gusta charlar con ella y acompañarla para que no se sienta sola, aunque en este caso parece que no se limitó simplemente a hablar. Y es que entre la jovencita y la madura la cosa se desmadró, hasta acabar desnudas en el sofá y haciendo guarradas, como comerle su coño arrugado y llevarla al orgasmo.