Mamá, que tal si follamos un poquito?
La tarde prometía ser aburrida, así que aprovechando que mi padre estaba en el curro, compartí lectura con mi mamá en el sofá. Lo que pasa es que no me motivaba para nada leer un libro, así que le pregunté abiertamente si quería sexo. Ella me siguió la corriente y finalmente, me la follé a lo bestia y la hice gemir de un modo que ni mi padre es capaz de conseguir.
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