El vino me afectó demasiado, tanto que terminé con un vestido muy sexy y mis medias rojas, seduciendo a mi hijito mientras leía un libro. No estaba logrando atraer su atención, hasta que me fui quitando la ropa y noté como su polla se iba poniendo dura. Una vez logrado mi objetivo, me senté sobre su rabo y lo cabalgué como una fiera, antes de que su padre nos pillase in fraganti.