Nada como sexo con mi hermanastra como regalo de cumpleaños

Todos los regalos que me dieron en casa fueron especiales, pero ninguno como el que me ofreció mi hermanastra. Y es que un día me dijo en broma que estaba dispuesta a darme sexo por mi cumpleaños, pero yo me lo tomé muy en serio. Así que me metí en su cuarto y le recordé su promesa, hasta lograr que se quitase la ropa y pasar juntos un buen rato, donde perforé su chochito con mi rabo durante toda la noche.