Necesitaba sexo duro y le pidió a su nieto un buen favor

Después de muchos años en el dique seco, la abuela de este chaval andaba con muchas ganas de sexo duro y no sabía como decírselo. Cuando se lo confesó, el chico le hizo el mejor favor de su vida dejándole probar su polla, disfrutando de sus mamadas y penetrándola en el sofá. Fue una gozada para la vieja, que terminó saboreando su lefa para acabar por todo lo alto.