Parece que mi primita tenía dudas con unos ejercicios de clase, así que me pidió que fuese a su casa para echarle una mano. Pero una vez a solas con ella en su cuarto, la noté muy cariñosa conmigo, tanto que al final me acabó ofreciendo su chochito en un polvazo. Ella aun llevaba puesto su vestido de colegiala y como no, logró ponerme muy cachondo y terminé por meterle el rabo durante un buen rato y sin que sus padres se enterasen.